Todo comenzó con un reportaje del periódico The New York Times en el que varias actrices hablaban de sus experiencias de acoso sexual en Hollywood , un asunto que difícilmente podía considerarse un secreto pero que hasta el 5 de octubre de 2017 era un tema que no tenía la cobertura que merecía.

Las actrices en dicho reportaje señalaban a Harvey Weinstein , uno de los productores con más influencia y poder en el cine hollywoodense . Esto motivó a otras actrices como Rose McGowan y Alyssa Milano a publicar en twitter algunas de sus propias experiencias, acompañando el tuit con el hashtag #MeToo , haciendo alusión al hecho de que ellas también han tenido ese tipo de experiencias.

Desde entonces, mujeres de todo el mundo, ya sea que estén involucradas en la industria del entretenimiento o no han expuesto algunos de los tratos de los que han sido víctimas por parte de hombres que por su posición de influencia o poder han acosado , tocado de manera inapropiada o incluso violado a mujeres que creían inferiores a ellos. De esa manera, más que una moda de las redes sociales, el movimiento #MeToo se volvió un medio por el cual las mujeres pueden exponer ese tipo de experiencias, haciendo que su voz sea escuchada por más personas.

Para algunos detractores , sin embargo, el movimiento tiene un lado negativo, y es que puede ser usado por víctimas falsas para acusar a personas inocentes . Esto puede destruir por completo la imagen pública de una persona y arruinar su vida ya que en la mayoría de los casos, al no existir pruebas físicas, es la palabra de la víctima contra la del supuesto victimario.

Al final, #MeToo es una buena iniciativa que así como todas las de su tipo y de otras clases puede ser utilizada con propósitos negativos , por lo que deberá ser necesario llegar hasta el fondo de cada acusación y exonerar a quien sea inocente o hacer pagar a quien no lo sea.